El pasado sábado 21 de mayo se celebró en nuestra obra el día de María Auxiliadora. Segundo nos cuenta su experiencia siendo esta la última vez que lo celebra en nuestra obra.
Para todas las personas que vivimos “en salesiano”, María Auxiliadora tiene una especial relevancia. No se puede entender la vida de D. Bosco sin esta presencia y referencia fundamental de María. Ya en el sueño de los 9 años María le muestra claramente cuál son los destinatarios de su misión – los jóvenes – el estilo educativo – la bondad, la amabilidad, “no con golpes”, y la finalidad – que se acerquen y conozcan a Jesús para ser honrados ciudadanos y buenos cristianos”-. Al final de su vida, a punto de morir, mirando con mirada retrospectiva afirmará, sin dudarlo, “Ella lo ha hecho todo”. Su presencia como Madre Auxiliadora que sostiene, alienta, cuida, protege, ha sido una constante en todas sus iniciativas y proyectos.
Por la situación que vive nuestro mundo este año hemos querido darle a la fiesta un carácter solidario. No se puede celebrar la fiesta de la Madre desentendiéndonos de las circunstancias y dificultades de sus hijos e hijas. Por eso, comenzamos la jornada con un momento de oración en el teatro. Representantes de todos los ambientes de la obra pusimos delante de Dios la realidad de muchas personas de nuestro mundo necesitadas de la luz, la fuerza y la ayuda del Señor. Expresamos nuestro deseo de ser luz.
Posteriormente una comida solidaria, con un rato de sobremesa, y una feria organizada por el Centro Juvenil Amics, así como cuentacuentos y taller de baile organizado por el Centro de Día D. Bosco.
Cerramos la jornada con la celebración de la Eucaristía como broche final. Alrededor de unas 500 personas, en ambiente de familia, pudimos celebrar esta fiesta sin olvidarnos de la realidad dolorosa de nuestro mundo, recordando aquellas palabras de Jesús “lo que hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños conmigo lo hicisteis”.
Escrito por Segundo García (Salesiano Animador)